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TRAP VASCO: ¿ALTERNATIVA?
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Las reglas del trap no están escritas. A pesar de que en Euskadi no sea popular, existe un trap alternativo, con mensaje, independiente y con compromiso.
(23/10/2018) Aitor Martinez Gorosmendi
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La industria musical funciona como un sistema cíclico en el cual los diferentes géneros musicales existentes mueren, mientras otros nacen y evolucionan favorablemente. El género musical que mejor ha cuajado en la juventud actual y que ocupa gran parte de las listas de reproducciones de todos los países es el trap. Primero en Estados Unidos (nace en Atlanta) y después en el resto del mundo.
En España, el auge de este género está más vivo que nunca, pero, ¿y en Euskadi? Todo tarda más en llegar aquí, y el trap no es una excepción. Nos lo cuenta mejor Kimetz Arriaga, un novato donostiarra del trap del que todavía no podemos escuchar nada, pero que está trabajando en su primera maqueta. “El panorama del trap en Donostia y en general en Euskadi es nulo, inexistente. Parece que esta moda no ha motivado a la juventud vasca a experimentar con este nuevo género” son las palabras de Kimetz. Según él, son pocos los artistas que se atreven a jugar con el trap en castellano, pero muchos menos los que lo hacen en Euskera.
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Aún y todo, existen alternativas que hacen trap en Euskera, como es el caso del grupo Nizuri Tazuneri, el claro ejemplo de cómo algo tan comercial como el trap se puede convertir en alternativa en un sitio en el que no se frecuenta su consumo. Encima, Nizuri Tazuneri carga sus letras de mensajes políticos y reivindicaciones sociales, algo no usual en este género.
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Ese es, entre otros, el prejuicio que sufre el trap hoy en día. Son muchos los que coinciden en que el mensaje de los traperos no es acertado, afirmando que cualquiera puede hacer lo que ellos hacen, pero grupos como Nizuri tazuneri o Kimetz Arriaga lo desmienten. Según Kimetz: “El trap es un sonido, una base. Si quieres ser rompedor y tener un discurso serio tienes todo el derecho del mundo, está en tus manos”.
